El feedback es necesario

Durante un viaje que hice de unos meses estuve pensando mucho en mi mismo, sobre todo en relación al trabajo porque me sentía últimamente atascado. ¿Qué podía hacer para cambiar esto? y en relación a ésta pregunta me surgieron otras mucho más interesantes como por ejemplo: ¿Cómo me ve la gente? ¿Cómo me veo yo mismo? Para poder resolverlas me hice una última pregunta: ¿Cómo quiero que me vean?

Me puse manos a la obra e hice un formulario totalmente anónimo y opcional a mis compañeros para comprobar si me veían igual que yo me veía a mi mismo. En el formulario, además de atacar directamente los puntos que me interesaban, añadí una primera pregunta para ver cuánto me conocían, un valor numérico entre el 0 y el 5. Con esto pude comprobar como independientemente de si me conocía o no la persona que respondía, los resultados eran bastante similares a lo que yo me esperaba. Los puntos con más baja valoración coincidían con los puntos en los que más quería enfocarme. La única sorpresa que hubo es que incluso los compañeros que apenas me conocían me veían igual que los que más me conocían.

Ahora bien, los resultados salieron como yo me lo esperaba, pero ¿por qué busqué por mi propia mano el feedback? Por una parte lo busqué porque quería plantearme nuevos objetivos que mis propios compañeros seguramente ni se hubieran imaginado. Por otra parte, los feedback que había recibido eran más superficiales. No digo que me hayan mentido ni nada por el estilo, pero siempre tendemos a mencionar sólo las partes positivas para reforzarlas y nos da un poco de miedo mencionar las que no son tan positivas para no dañar a la otra persona, a eso me refiero con un feedback superficial.

Durante estos últimos meses mi compañero Carlos Sosa y yo hemos estado trabajando para darnos un feedback más profundo. Esto nos ha ayudado bastante a crecer juntos, a darnos cuenta de cosas que hacíamos mal, cosas no hacíamos tan bien como creíamos, cosas que ni siquiera nos habíamos dado cuenta... Siempre con la intención más sana que podíamos, hay que aprender a dar un feedback constructivo al igual que saber recibirlo.

En conclusión, el feedback es necesario, acostúmbrate a darlo para poder recibirlo, entra en profundidad con esa persona para poder crecer juntos. ¿No consigues profundizar? Céntrate en lo que quieres saber de ti, en las cosas que crees que haces bien y en las que crees que haces mal y pregúntaselo directamente a tus compañeros. Nunca vas a poder crecer si sólo confías en tu propia palabra.

Entonces… ¿tú cómo te ves y cómo quieres que te vean?